El miedo a la incertidumbre y cómo vencerlo

A lo largo de la vida nos vamos encontrando con giros y cambios. La adaptación es nuestra mayor habilidad, y en muchas ocasiones, cuando el tiempo pasa y se ve con perspectiva, vemos que eran cambios que tenían que suceder. Donde algunos ven un problema otros ven una oportunidad, mientras unos se adaptan, otros se ven arrastrados por el miedo a la incertidumbre. Los emprendedores saben que han de trabajar este miedo, es algo con lo que toca vivir cada día. Pero ¿por qué hay tanto miedo a la incertidumbre o no se lleva de una manera saludable?

Antes de contestar a esta pregunta primero me gustaría hablar de las necesidades del ser humano. El ser humano tiene ciertas necesidades que cubrir, algunas más básicas que otras. Según las necesidades básicas del ser humano de Tony Robbins, basadas en la teoría de Maslow, la primera de todas ellas es la seguridad o certeza.

Querer controlarlo todo

Para Robbins, la que ocupa el primer lugar es la seguridad o certeza de que no va a faltar alimento y cobijo para poder sobrevivir, y de ahí ya se escala a otras seguridades menos básicas, como las relaciones con otras personas (pareja, hijos, amigos, etc.) o tener un trabajo entre otras.

Todos somos diferentes y la necesidad de satisfacer nuestra certeza en todo lo que nos rodea varía entre unos y otros. La calidad en nuestra vida va a depender mucho de cómo manejemos esta incertidumbre. La única certeza que tenemos es que todo es incierto. La vida es impredecible y no tenemos el control de todo lo que va a suceder, vivir en el futuro controlado nos limita en la vida, ya que para alcanzar grandes logros es necesario asumir ciertos riesgos.

Si entre los valores encabeza la libertad, probablemente se tenga buena aceptación de la incertidumbre, sin embargo si entre los principales valores encabeza la seguridad, seguramente haya que trabajar un poco más el “soltar el control”.

Imaginando la mejor versión de futuro

Todos podemos elegir nuestro futuro y escoger cada paso que damos, tenemos una fuerza interna que potencia nuestro impulso a crecer, incluso ante situaciones difíciles. El futuro es incierto, sí, pero también podemos imaginar el futuro que queremos crear, y como lo podemos imaginar también podemos hacerlo con diferentes futuros, no sólo ceñirnos a uno. Ser flexibles, estar dispuestos a dar giros, a cambiar de camino y a adaptarnos a la mejor versión que vayamos viendo como más viable. En esto los emprendedores son los expertos.

Un fracaso nunca hay que verlo como tal, sino como un aprendizaje que nos podrá llevar al éxito.

Cómo vencer el miedo la incertidumbre

Trabajar la consciencia, trabajar el “vivir el presente”, el ahora, soltar el control y asumir que todo lo que venga es temporal, nos ayuda a llevar mejor la incertidumbre. Tener esta habilidad ¡se puede trabajar!

• Ganar consciencia, ser consciente de que la realidad es, otra cosa muy diferente es “cómo se ve la realidad propia”. Según se vea la realidad, uno será más o menos capaz de lidiar con la ansiedad, el estrés o la negatividad en su vida. Trabajar en esto ayuda a enfrentarse a situaciones complicadas que puedan venir.
• Preguntarnos alguna vez que pasa si soltamos el control. El control, uno de nuestros grandes enemigos, hace que suframos y tomemos decisiones poco acertadas. Si nos animamos a soltar el control veremos que se abre todo un abanico de grandes oportunidades, no hay límite para la imaginación, se conseguirá todo lo que uno se proponga.
• La positividad como aliado. Ver ese lado bueno de las cosas, ver el vaso medio lleno y no medio vacío, ver siempre la luz al final del túnel, aunque parezca pequeña. La mente es muy poderosa, no hay que dejar que el miedo dirija tu mente, a la mente hay que llenarla de positividad, de entusiasmo y de pasión. Ante altibajos, serán estas emociones las que hagan levantarse de nuevo y querer seguir adelante con el proyecto.

Cada uno con su mochila

No permitir que los miedos de otros se apoderen de uno, escucharse y preguntarse qué camino es el mejor para el emprendimiento y para uno mismo. A veces podemos escuchar cosas como ¡estás loco! ¿En plena crisis vas a emprender? Pero a veces nunca se sabe cuál es el mejor momento, y los momentos de crisis se pueden convertir en grandes oportunidades.

Si el miedo llega sería muy positivo hacernos las siguientes preguntas:

¿A qué tengo miedo?

¿Qué es lo peor que podría pasar?

¿Cómo podría solventar este riesgo?

Mejor ocuparse que preocuparse, entender que en los negocios a veces se gana y a veces se pierde, ecuanimidad y aceptar lo que venga sin victimismo, son claves para lidiar con la incertidumbre.

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