Tolerancia al estrés

Tolerancia al estrés, una habilidad para el emprendimiento

Artículo
Autor
Fraternidad-Muprespa

A lo largo de la vida profesional y personal afrontamos multitud de situaciones estresantes, pero tenemos la posibilidad de elegir la actitud con la que nos enfrentamos a la adversidad. La angustia y la ansiedad con la que lidiamos en ocasiones pueden tener remedio si se tolera el estrés.

Esta habilidad da la capacidad de sobrellevar presiones y tensiones sin venirse abajo. Dolores de cabeza y muscular, malestar estomacal, problemas de sueño o fatiga entre otros, son síntomas de ansiedad, inquietud, falta de motivación o incluso depresión que podemos vivir en situaciones conflictivas. La tolerancia al estrés alivia, reduce o incluso mantiene al margen estos síntomas, y por lo tanto, se gana en salud.

Tolerancia al estrés

La no tolerancia al estrés puede hacer que se actúe de manera reactiva, con impulsividad o agresividad ante circunstancias delicadas. Los psicólogos alertan que la poca tolerancia a esta tensión provoca respuestas desadaptativas en las personas, es decir, como respuesta a escapar de emociones negativas, huyen de la situación con comportamientos más lesivos. Tolerar el estrés te llevará, no solo a un equilibro mental, sino a una percepción de la realidad mucho más saludable.

Características de la tolerancia al estrés

Las personas con esta habilidad suelen compartir ciertas características. Según la psicóloga Alexandra Crettaz, especializada en Terapia Clínica en adultos, habla de dos tipos de personalidades muy ligadas a la probabilidad de experimentar estrés. Las cataloga en dos tipos de personalidad: A y B.

La personalidad A es la relacionada con personas que se caracterizan por la necesidad de control sobre los acontecimientos, la vida y los demás. Personas competitivas cuyas acciones se orientan a logros y metas. Poseen más ambición personal y profesional, ponen mucha energía y tiempo en su trabajo y en sus propósitos. Pero tanta energía y tantas acciones les suele llevar al estrés. Se mueven con urgencia y se suelen impacientar. También les cuesta descansar y relajarse, no toman acciones para llevar una vida más tranquila, la viven en alerta permanente. Acaban teniendo un gran éxito, sobre todo laboral, pero a cambio de un gran coste. La sobreactivación del sistema simpático, el aumento de la presión arterial, enfermedades cardiovasculares, estrés prologando, trastornos de sueño y de ansiedad entre otros, les lleva al sufrimiento.

La personalidad tipo B son aquellas con menos riesgos de padecer estrés y ansiedad. Son personas tranquilas y pacientes. Se puede pensar que son menos productivas, pero en realidad son personas mucho más reflexivas, no se precipitan en tomar decisiones. Se adaptan mejor y son más resilientes. Su manera de actuar es más calmada, no van con prisa y muestran tranquilidad. Son más sensibles y asertivas, tienden al equilibrio emocional tras situaciones complicadas y gestionan muy bien el estrés. Hay un buen balance entre su sistema nervioso simpático y parasimpático, permitiéndoles no sufrir ansiedad en sus retos de vida.

Tolerancia al estrés

Las personas con personalidad tipo A suelen tener un malestar generado de su intensa actividad. Poner límites en el tiempo que dedican a su trabajo, valorar el descanso y permitirse tiempo para recuperar la energía podría ayudar a aliviar los síntomas derivados del estrés. Pero lo primero es poner consciencia, ¿qué tipo de personalidad es la tuya?

Algunas características que comparten las personas con tolerancia al estrés son las siguientes:

  • Preparación psicológica ante una experiencia negativa.

Cuando llega un imprevisto la reacción se suele intensificar, las personas tolerantes al estrés están preparadas psicológicamente para afrontar lo inesperado con resiliencia.

  • No se presta atención a los pensamientos obsesivos.

Cualquier acontecimiento nuevo en nuestra vida hará que nuestra atención se vaya de manera obsesiva a ese pensamiento. Ya sea un enamoramiento o una gran preocupación. Las personas con esta habilidad no se obsesionan, son capaces de redirigir su atención y seguir adelante con cierta normalidad.

  • Aceptación de la situación.

Terribilizar, como el psicólogo Rafael Santandreu define, consiste en evaluar como muy malas o terribles adversidades que no lo son tanto. Las personas que controlan el estrés son capaces de aceptar las situaciones adversas, reducir su impacto permitiéndoles gestionar su día y recuperar la normalidad. Tienen la habilidad de proyectar la situación de manera global, como si fuera un bosque, y ver el bosque en su totalidad, no sólo el árbol, entendiendo que el árbol (el problema) mañana no tendrá tanta importancia.

  • Adaptación a la reacción.

Son personas no reactivas, mantienen un control ante situaciones complicadas y son muy adaptativas ante grandes tormentas. En lugar de tocar fondo consiguen mantener una rutina estable.

  • Diálogo mental positivo.

Son realistas y saben que las cosas pueden empeorar, pero mantienen una actitud optimista. Confían en sus capacidades, creen en ellos y saben que pueden afrontar cualquier problema.

En el siguiente artículo te contamos “6 hábitos comunes entre los emprendedores de éxito”, una lectura adicional para comprender mejor nuestra mente y saber cómo dirigirla.

Poner límites a tiempo

Lidiar con el estrés se convierte en una habilidad a tener en cuenta si estás emprendiendo. A continuación compartimos unos consejos saludables para el bienestar emocional.

  • Buscar soluciones en lugar de culpables.

Aprender a no interpretar los problemas en función de quién tiene la culpa, soltar las normas rígidas sobre lo que debería ser y mirar la realidad como es. Liberar la creencia de que “tengo siempre la razón” y evitar también razonamientos del tipo “soy estúpido porque me he equivocado”.

  • Prácticas de relajación, meditación, taichí, chikung o yoga.
Tolerancia al estrés

Este tipo de prácticas nos ayudan a ser conscientes de las alertas en nuestro cuerpo y en nuestra mente. Con ellas aprendemos a no tener pensamientos obsesivos, ser más resilientes, ecuánimes y ver la realidad como es. Reducen las tensiones físicas y mentales, y por lo tanto mantienen al margen el estrés o la ansiedad. Son prácticas que deben realizarse con perseverancia para ver buenos resultados. Adicionalmente, pasear por la naturaleza, el ejercicio físico y llevar una alimentación saludable son buenas medidas antiestrés.

Las prácticas para desarrollar la creatividad también ayudan a soltar y relajar la mente. Te animamos a leer el artículo “Desarrolla la creatividad con estos 6 hábitos”, en él hablamos de algunas acciones que puedes implementar en tu vida que despejarán tu mente.

  • Tiempo para tu vida privada.

Conviene separar tu vida privada de tu vida profesional. Reservar un tiempo de ocio para un entorno social diferente al del trabajo. No llevar trabajo a casa, no limitar tu entorno social al del trabajo, las comidas o las actividades de empresa deberían ser puntuales, tu vida social no debe girar en torno a la profesional. Tener una afición, reservar tiempo para hacer cosas que te gusten y respetar tu tiempo de vacaciones podrían ser buenos ejemplos.

  • Excesiva autoexigencia.

Hay personas que se autoexigen de manera destructiva. Conocernos a nosotros mismos y a los demás es vital para poner límites. De la misma manera que no puedes exigir a una bicicleta que vaya a la velocidad de una moto, no todas las personas pueden dar lo mismo. Aceptarse como uno es y como son los demás ayudará a una mejor comunicación y relación saludable.

  • Soltar el control.

La vida es impredecible, puedes pensar que tu emprendimiento este año despegará y encontrarte con una pandemia mundial. Esto nos suena y muchos hemos vivido experiencias mejores y peores ante estos cambios. Seguramente negocios online crecieron y otros cerraron. Soltar el control es importante para afrontar los cambios de manera saludable, sin llegar al estrés, sin llegar a sentir ansiedad por el futuro incierto. Aprender a hacer frente a la incertidumbre hará que puedas tomar decisiones a tiempo y ser flexible, estableciendo nuevas soluciones con las que quizá no contabas.

Para vencer la incertidumbre te aconsejamos leer el artículo “El miedo a la incertidumbre y cómo vencerlo”.

  • Recompensa tu trabajo con premios.

Si en algún momento te has visto desbordado, sometido a un exceso de trabajo que pudiera generar estrés, busca un equilibrio y regálate una recompensa. Si tienes equipo ofréceles algo para que puedan ajustar ese ritmo. Aunque hay personas que necesitan presión para funcionar bien es importante tener un equilibrio.

El estrés es una herramienta que nos ayuda a adaptarnos antes situaciones de peligro, y no hay que demonizarlo, pero como hemos visto puede producir muchos efectos nocivos en nuestra vida, por ello controlar su expresión y aprender a reponerse ante estos sucesos nos ayudará a llevar una vida mucho más saludable, tanto personal como profesional.

Si te ha resultado útil el artículo te animamos a que lo compartas en tus redes sociales.


Portal del Emprendedor de Fraternidad-Muprespa