
‘Elevator pitch’, o cómo crear paso a paso una presentación global para emprender
Ya hemos tratado aquí con anterioridad la importancia de que un emprendedor pueda acceder a financiación para su proyecto. Esto supone ‘vender’ la idea que está en su cabeza, a través de un discurso. Pues bien, ese discurso tiene un nombre, pitch o elevator pitch y hoy os vamos a hablar de cómo debe hacerse.
Y es que condensar todo tu trabajo, tu idea de negocio, tu creatividad, en un discurso de poco tiempo no es fácil, eso seguro, pero es necesario. Pitch, comencemos por el principio, significa en inglés ‘paso’ pero si hablamos de emprendimiento se define como la presentación de un proyecto o negocio, con la que intentas captar capital. Se caracteriza por:
- Brevedad: si necesitas más de dos minutos, probablemente vas perdido progresivamente a tu audiencia.
- Claridad: nada de jerga complicada ni tecnicismos innecesarios.
- Emoción: los números son geniales, pero es clave respaldarlos con una historia que llegue a la audiencia
- Originalidad: se puede repetir el mismo pitch ante diferentes audiencias pero adaptándolo al contexto y a los diferentes tipos de público.
Y para el momento de la difusión, varios consejos con sentido común: ensayar mucho, improvisar poco, sonar natural e intentar innovar, pero sin estridencias.
Ese giro de originalidad para que tu discurso destaque puede incluir algunas modalidades interesantes.
Si estamos en la era digital, o incluso un peldaño por encima, nuestro pitch puede ser interactivo: involucra más a la audiencia hacer una pequeña demostración en vivo. Y si los asistentes pueden participar, el efecto sorpresa está garantizado. Eso sí, asegúrate de que todo saldrá perfecto.
Hay un recurso muy llamativo, que es el de recurrir a las metáforas que establecen paralelismos entre universos muy conocidos, por ejemplo:
"El Cabify del aire" o el “Netflix de los viajes”
Las experiencias multisensoriales han llegado para quedarse, de modo que ¿por qué limitarse a lo que vemos y/o oímos? Puede que tengas un producto que te lo permita. Y si es así, incorpora aromas, texturas o incluso sabores para una experiencia inmersiva.
La gamificación ya es una realidad en la formación. También puede serlo en la difusión: un pitch en formato juego puede convertir la presentación en un pequeño desafío que enganche a la audiencia.
Y si lo que quieres es ser algo menos original pero ir sobre seguro, te recordamos cuáles son los ‘incunables’ del pitch, esos discursos históricos que han dejado huella.
- Airbnb. Se lleva la palma: su pitch inicial era tan simple pero poderoso y con un lema irrefutable: “¿Te gustaría ganar dinero alquilando un colchón en tu casa?”. Lo demás, no es necesario ni contarlo.
- Dropbox. Sus creadores, en lugar de una presentación tradicional, hicieron una demo en vídeo para describir su productor clara y visualmente, lo que les ayudó a conseguir miles de usuarios antes del lanzamiento oficial.
- Tinder. El mundo de las citas sufrió una completa revolución con algo tan simple como un “desliza a la derecha si te gusta, a la izquierda si no”.
- Tesla. Ignoramos (aunque estamos casi seguros de que no) si Elon Musk necesitaba financiación cuando presentó al mundo su marca de coches, pero sí sabemos que se centró en presentar sus vehículos eléctricos como una combinación de movilidad sostenible, futuro, tecnología, diseño y eficiencia energética.
- Apple. Si escuchas “un teléfono, un iPod y un comunicador de internet” seguro que se te viene a la cabeza la imagen de Steve Jobs deambulando tranquilamente por un enorme escenario prácticamente vacío, con su icónico look ‘casual’ pero ostentando el poder de la tecnología como pocas veces se ha hecho antes.