Desarrolla la creatividad con estos 6 hábitos
Podemos ser creativos de muchas maneras, encontrando soluciones a problemas, logrando lanzar un producto con pocos recursos o teniendo ideas originales para nuevas líneas de negocio. La creatividad es algo que se puede desarrollar, todos podemos ser creativos.
De pequeños tenemos una creatividad desbordante, pintamos lo que queremos sin cuestionarnos si es bonito o no, damos un uso diferente a algunas cosas porque nos resulta útil y no nos cuestionamos si estaba hecho para eso. Pero al crecer empiezan los bloqueos, entre ellos el de la creatividad. Alguien alguna vez te dijo, “tu dibujo no me gusta”, y ya te quedas con la falsa creencia de que no se te da bien pintar.
Al crecer vamos reprimiendo todas estas ideas, y van dejando de fluir. Pero el hecho de que durante un tiempo hayan estado bloqueadas no significa que no puedan volver, se puede desarrollar la creatividad y estimular el flujo de ideas con algunos ejercicios y prácticas.
Es importante dedicarle un tiempo al día a desarrollar la creatividad, para tener mejores ideas, para crear contenidos más destacables y para darle a tu trabajo un aire diferente, más personal y único.
La creatividad es la inteligencia divirtiéndose. Albert Einstein
En este artículo proponemos una serie de hábitos, que incorporándolos a la rutina diaria, te ayudarán a aumentar la creatividad.
Los factores que influyen en la creatividad
Siempre se ha dicho que la creatividad se encuentra en la parte derecha del cerebro, y aunque en parte así es, influyen muchos más factores. Uno de estos factores, en los que se ha visto relacionado, es que las personas son más creativas cuando se encuentran en un estado mental sin estrés, es decir, con niveles reducidos de noradrenalina cerebral.
Otro factor es el pensamiento divergente, que se caracteriza por tener la capacidad de ofrecer diferentes soluciones a un mismo problema. Este factor se basa mucho en la curiosidad, en la espontaneidad, y en el inconformismo. Un comportamiento muy común en los más pequeños. Con un pensamiento divergente se puede aportar mucho ingenio y originalidad a cada trabajo.
Este tipo de pensamiento se ha desarrollado poco en las escuelas, ya que siempre se ha priorizado el pensamiento convergente, un pensamiento de reflexión, con reglas y procesos, en las que con su aplicación se llega a una única solución, que es la única correcta.
#1 Planificar el día y darse tiempo para pensar
La planificación semanal es crucial para poder agendar tiempo para pensar.
Abordar la semana con mil tareas y no organizarlas bien hará que tengas fugas de energía. Estas fugas acaban restando tiempo muy valioso para trabajar en tu creatividad.
Así que si no tienes una agenda hazte con una y planifica bien la semana, y en esa planificación guarda un espacio para pensar en nuevas ideas, en nuevos proyectos, en soluciones que puedan resolver ciertos problemas, etc.
Si llega la frustración por no encontrar la solución a la primera no te dejas arrastrar por ella. Ya estas nutriendo tu cerebro, poco a poco las ideas irán llegando.
#2 La escritura
Si en tus rutinas diarias incluyes el de la escritura matutina, verás cómo poco a poco vas recuperando la creatividad. Escribir nada más levantarte de la cama lo que se te pase por la cabeza, te ayudará a desbloquear la mente y dejarla fluir el resto del día.
La idea es escribir sin pensar, es decir, escribir todo lo que sea aunque no tenga sentido, ya puede ser “no sé qué escribir”, “me apetece desayunar”, “tengo hambre”, hasta rellenar 3 hojas. Este ejercicio lo describe Julia Cameron en su libro “el camino del artista”, en el que comenta que no importa lo que se escriba, pero han de ser 3 hojas escritas por la mañana y a mano.
Otra manera de desarrollar la creatividad a través de la escritura es apuntar todas las ideas que se te ocurran durante el día. Llevar contigo siempre una libreta o anotarlo en una app de notas, servirá para que todas aquellas ideas que se te puedan ocurrir no se olviden.
No importa si en ese primer momento no estás seguro de si la idea es buena, primero anótala, y cuando tengas tiempo ya la analizarás.
#3 Meditar a diario
Muchos estudios han demostrado que la práctica de la meditación ayuda a aumentar la creatividad. Al meditar se activa el hemisferio derecho del cerebro, que es la parte más intuitiva, ligada a lo sensorial, a las emociones y a la creatividad.
La meditación ayuda a reducir los niveles de ansiedad, a calmar la mente y a pensar con más claridad para resolver problemas, tomar decisiones positivas y tener ideas creativas.
Si no has meditado antes no es necesario ponerte el reto de meditar media hora al día, puedes empezar con 5 minutos. Si necesitas meditaciones guiadas puedes visitar las meditaciones guiadas gratuitas de Patricia Yoga Project, que para empezar podría ayudarte.
#4 Levantarse una hora antes
Levantarse con tiempo suficiente para no hacer las tareas corriendo, e incluso tomarse tiempo para escribir las páginas matinales, meditar, leer, hacer ejercicio, hace que el día se empiece con tranquilidad, con más calma.
Lo ideal sería amanecer al menos una hora antes, pero para ello se tiene que acompasar también la hora de irse a dormir, la idea no es descansar menos sino acostarse antes para levantarse antes y aprovechar ese tiempo, que es cuando tu mente está más en calma.
#5 Inspirarse en otros
Nutrirnos de otros, ser curiosos y aprender cada día, nos ayuda a potenciar más la creatividad.
No es de extrañar que muchos emprendedores toquen instrumentos, viajen, realicen otras actividades diferentes y se nutran de otros profesionales porque siempre tienen sed de conocimiento. Todo para inspirarse es poco.
Se trata de encontrar ideas, para resolver problemas o tener nuevas ideas que hagan crecer tu negocio, cuando no estás trabajando.
Puedes estar pintando, meditando, paseando o haciendo fotografías y cuando menos te lo esperas llega la conexión y et voila!
#6 Practicar actividades artísticas o manuales
Dejar volar tu creatividad es una de las mejores maneras para estimularla. Cualquier actividad que suponga dejarla brotar es más que recomendable.
Hay muchas actividades artísticas o manuales que te pueden ayudar, ya sea pintar, moldear con cerámica, restaurar muebles, tocar un instrumento o escribir entre otras muchas.
No vayas a estas actividades con el objetivo de hacerlo perfecto, de tener tu obra de arte, sino con el objetivo de dejar fluir tu mente, desbloquearla y concentrar tu atención en lo que estás haciendo, a modo de meditación externa.
Te animamos a que si quieres desarrollar tu creatividad pongas en práctica estos 6 hábitos que sin duda ¡te van a ayudar muchísimo!
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