SEGURIDAD SOCIAL: AFILIACIÓN 2020
El año 2020 ha finalizado con 18.904.852 trabajadores afiliados al sistema de la Seguridad Social, contabilizando todos los regímenes, para una media anual de 18,8 millones. Un descenso evidente sobre 2019, que cerró con 19.189.213 y una media de 19,2.
La cifra de trabajadores autónomos afiliados, aparentemente, es más optimista en la comparativa anual al cierre de ambos ejercicios, con 3.269.541 en diciembre de 2020 respecto a los 3.267.428 en el mismo mes de 2019, aunque la media anual en afiliación no refleja unos datos tan positivos (3,24 millones en el último año por 3,26 en el ejercicio precedente).
En los sectores del comercio, la hostelería y la industria manufacturera, los autónomos han sufrido las consecuencias más graves de la crisis.
Su variación ha sido desigual en la geografía nacional. La Rioja, Aragón y Castilla y León son las comunidades autónomas que más autónomos han perdido.
Cabe recordar que los trabajadores por cuenta ajena afectados por un ERTE, unos 783.000 en diciembre, así como aquellos que por cuenta propia se hallan cobrando prestaciones por cese de actividad de carácter extraordinario debido a la pandemia, integran las cifras de afiliados inactivos laboralmente. Se estima que hay unos 350.000 autónomos en esta situación, sea excepcional u ordinaria, por lo que la realidad de fondo difiere en gran medida de lo que expresan estos datos. Además, los autoempleados se encuentran a la espera de la decisión del gobierno sobre la prórroga de esta medida provisional.
Por género, en la totalidad de trabajadores que integran el sistema, se sigue la tónica habitual. Diciembre acabó, en el interanual, con un descenso en la afiliación más acusado entre las mujeres (2%) que entre los hombres (1,7%).
El promedio anual respecto a 2019, sin embargo, revierte esta tendencia, siendo superior el descenso en hombres (2,4%) que en mujeres (2%). A pesar de la diferencia, estos datos nos indican que el colectivo femenino sufrió en mayor medida los estragos de la primera fase de la pandemia, entre marzo y junio, debido a su presencia mayoritaria en los sectores más afectados por los cierres de negocios, como el comercio y la hostelería. Y aunque en el segundo semestre acortaron la brecha, se vieron más afectadas en el interanual a final de año. Conviene recordar que entre julio y diciembre, las mujeres inscritas en la Seguridad Social aumentaron aproximadamente en 234.000, mientras los hombres bajaron solo en alrededor de 2.500 afiliados.
En el sistema especial de empleados de hogar, donde la mujer tiene más representación, también bajó en diciembre en 14.201 inscritos respecto al mismo mes del año anterior.
De los cuatro sectores de la actividad económica, los que mejor parados salen son el agrario y la construcción, con las reservas lógicas debido a los comentados ERTEs. No así la industria y aún menos el sector de los servicios, que ha sido el gran damnificado.
A final de año los dos primeros sectores ganan trabajadores afiliados en el interanual; 3.735 en el agrario y 8.296 en la construcción. Unas cifras insignificantes, pero que sirven para evitar un saldo negativo.
Sobre el índice de producción industrial (IPI), los últimos datos corresponden a noviembre 2020, con una bajada del interanual en -3,7% (en abril y mayo del pasado año era de -34,8% y -25,2% respectivamente) y sus efectos sobre la afiliación. Este retroceso en la industria viene provocado por el sufrido en el sector de los servicios (-326.000 afiliados aproximados en un solo ejercicio) y la caída de la demanda.
Pormenorizando en los trabajadores según CNAE, en diciembre 2020 las actividades con mayor número de inscritos en el sistema de la Seguridad Social fueron:
- Comercio al por menor, excepto vehíc. de motor y motocicletas: 1.863.244
- Actividades sanitarias: 1.214.694
- Admón. Pública y Defensa; Seg. Soc. obligatoria: 1.150.076
- Servicios de comidas y bebidas: 1.114.584
- Agricultura, ganadería, caza y serv. relacionados con las mismas: 1.087.976
- Educación: 1.081.346
- Comercio al por mayor e intermediarios de comercio, excepto vehíc. de motor y motocicletas: 987.241
Todas las comunidades autónomas pierden afiliados teniendo en cuenta el promedio anual. A 31 de diciembre solo se observa un incremento en el número de trabajadores, respecto a la misma fecha de 2019, en el total de los regímenes, en Castilla-La Mancha y Murcia (3.000 y 2.500 respectivamente y de forma aproximada). Probablemente debido al peso de la agricultura en estas zonas.
Las cuatro CCAA que acaban el ejercicio con más afiliados (suponen el 61,3% del total nacional) son:
- Cataluña: 3.354.589
- Madrid: 3.211.860
- Andalucía: 3.108.771
- Valencia: 1.916.824
La cifra de trabajadores inscritos en el sistema de la Seguridad Social tiene repercusiones directas en otras variables macroeconómicas, como el déficit público, el peor de las últimas décadas al cierre de 2020, con un 11,3% del PIB, marcado por la crisis sanitaria y económica.
El paro es otro factor negativo, cerrando el año con un alza de más de 724.000 desempleados respecto al año anterior. El SEPE tenía registradas 3,9 millones de personas solicitantes de empleo. Ya sabemos que afiliación y paro no recorren caminos opuestos, pues suele darse la circunstancia de que suba la primera a la vez que sube también el desempleo, como consecuencia de quienes se inscriben por primera vez para conseguir un trabajo o quienes estando ocupados lo hacen para intentar encontrar un segundo empleo para compatibilizar ambos (pluriempleo) o uno mejor remunerado o con condiciones más ventajosas.
Hacer previsiones para 2021 resulta arriesgado, pues el Gobierno de España, el Banco de España, el FMI y la OCDE no coinciden en sus informes sobre la evolución económica de nuestro país. Valga como ejemplo que el gobierno prevé un crecimiento del 7,2% mientras la institución bancaria central habla de un 6,8%. Habrá que esperar, pero en el horizonte se vislumbran más filomenas que anticiclones, aunque ya se sabe que año de nieves…