NFC comunicación de campo cercano: etiquetar nuestro negocio para acercarlo al cliente
A principios de mes hablábamos en este espacio de cómo la tecnología blockchain ayudaba al emprendimiento y poníamos ejemplos de áreas concretas en las que podía recurrirse a esta herramienta. Ahí enlazábamos la ‘cadena de bloques’, con otro recurso tecnológico de creciente importancia, los NFC, es decir, los Near Field Communication, en español, la comunicación de campo cercano.
Así que hoy vamos a centrarnos en conocer qué ofrecen los NFC y cómo pueden ser útiles en el campo que nos ocupa, el del emprendimiento. Primero, vamos a comenzar, por acercarnos a esta utilidad. La definición más común nos indica que se trata de “una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance y alta frecuencia creada para el intercambio de entre datos dos dispositivos cercanos”. Tan cercano es el campo, que los dispositivos que vamos a interconectar, y que normalmente serán teléfonos móviles, no deben estar a más de 15 centímetros uno de otro.
Se trata de una tecnología inalámbrica y funciona creando un campo electromagnético que no permite pasar muchos datos ni lo hace a gran velocidad, por tanto suele usarse para la identificación y validación de personas y dispositivos porque si el volumen de información a compartir es grande, hay mejores vías para hacerlo, por ejemplo Wi-Fi Direct y Bluetooth.
Dado que la identificación es uno de sus puntos fuertes, hay ciertas acciones en las que los NFC pueden facilitarnos la vida, por ejemplo, realizar pagos, sacar o ingresar dinero. Para ello solo hace falta, con el móvil desbloqueado, acercarlo al lector.
Además de entre dispositivos el intercambio de información puede darse también entre el dispositivo y cualquier objeto en el que hayamos pegado una etiqueta NFC, es decir, una pegatina que incorpora un microchip y que permite ‘devolver’ al dispositivo, por ejemplo al móvil, parte de la información almacenada y hacer que algo funcione. Un ejemplo claro es usar el móvil como llave del coche, si en ella hemos pegado una etiqueta NFC.
Cada vez son más las empresas que se animan al uso de esta tecnología combinada con “blockchain”, agregando a los productos físicos una conexión a “la nube” a través de la tecnología NFC, un ejemplo del uso es la integración de estas etiquetas NFC permitiendo a los clientes poder verificar la autenticidad del producto comprado, evitando cualquier acción criminal y venta de plagios (marcas de ropa, vino, etc.)
Otra posibilidad sería que el móvil recibiera instrucciones sobre lo que debe hacer en ciertas circunstancias, por ejemplo, activar el modo silencio por las noches, o desconectar los datos móviles y conectarse al wifi cuando entremos en casa.
¿Y profesionalmente? Pues imaginemos por ejemplo el beneficio de que quien entre en nuestro local o la sede de nuestra empresa reciba información automáticamente y en su móvil, tanto nuestras promociones, como información corporativa, dosieres de prensa, un catálogo de servicios o un listado de precios. Y quien dice promociones, datos o servicios, dice tarjetas de visita, instrucciones sobre productos, contenido multimedia, códigos promocionales o puntos de información en escaparates que permita conocer más ampliamente nuestros productos o acceder a nuestro marketplace.
Por tanto, esta tecnología ofrece múltiples opciones tanto para quienes están en vanguardia y al día de las novedades como para quienes, un tanto más alejados, pueden recurrir a una somera ayuda para facilitar el camino de hacer más y mejor negocio.