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José Ignacio Díaz Lucas: “Las personas pueden hacer una inmersión 360º en la época de Cuba”

Entrevista
Autor
Fraternidad-Muprespa

El artículo de hoy habla de un tipo de emprendimiento que no se ha mencionado antes en este portal, el cual es muy importante potenciar. Este es el emprendimiento literario, y para ello, hace falta poseer un recurso muy importante y difícil de conseguir: creatividad. En la Mutua, contamos con este tipo de personas emprendedoras que poseen el talento y la capacidad de emprender literariamente.

 

Jose Ignacio Díaz Lucas, director Territorial Norte de Fraternidad-Muprespa, sito en Pamplona (Navarra), ha publicado su primera novela "La gran traición". En este viaje por Cuba de finales del siglo XIX nos invita a acompañar a Juan Yanguas en la aventura de acometer la gran traición hacia su patria y hacia sus allegados. Los acontecimientos lo arrojarán al pozo de la miseria, mellando su voluntad y, por qué no decirlo, su propia vida.

A través de sus palabras viajaremos hasta la Cuba de esos tiempos cuando todavía pertenecía a España. Seremos jueces y testigos del destino de la empatía, el amor, la moral y la propia supervivencia de este burócrata pamplonés.

 

 

Enhorabuena por el libro. ¿De dónde viene esta pasión por escribir?

La pasión por escribir es muy novedosa. Yo no he escrito nunca. Lo que sí he tenido es mucha pasión por leer. El primer contacto que tuve con la historia es a través de mi padre que tenía un libro muy gordo, del año 65, que tenía gestas históricas y hazañas. Recuerdo que me gustaba mucho que me lo leyera. Luego, me regalaron un libro titulado "La capitana del Yucatán" que es de Emilio Salgari y es un cuento ambientado en La Guerra de Cuba. Me sorprendió bastante porque en el libro de mi padre no salía. A raíz de ahí, sí que me interesé más por esa guerra en concreto, que es la que me apasiona.

 

Cuéntanos, ¿con qué se encuentra el lector en La gran traición?

Se encuentra con algo que no hay dentro del mercado. Novelas y libros sobre la historia Cuba hay montones, pero una novela que hable de Cuba relacionada con la historia y con el perfil que subyace no la hay en el mercado, o yo no lo he encontrado.

Se encuentran una novela con una parte desconocida de la historia. Les va a sorprender lo que van a leer, también tendrán dificultades para saber lo que es real y lo que es ficticio, porque está muy bien hilvanado todo. Van a tener aventuras, parte bélica, costumbrismo y amor. Como se dice siempre, una buena novela tiene que tener amor.

 

¿Es complicado iniciarse en la escritura con un tema poco o nada tratado en la literatura?

Sí, es algo más complicado porque sí hay libros de historia que hablan de lo que pasó ahí. Pero, cuando los leía me daba cuenta de que lo que nos ha llegado con respecto a esa guerra es mentira. La historia oficial dice que España perdió sus últimas colonias en una Guerra de Independencia contra Estados Unidos y eso es mentira. Eso me sorprendió mucho. Hay una serie de pilares que sustentan esa mentira, una serie de libros que sustentan esa historia y no era así. En España nos gustan las historias que cuenten la realidad.

 

Esta historia parte con una familia tranquila y muy idílica, pero con el tiempo y debido a unos sucesos va cambiando

Al protagonista lo que le ocurre es que le encargan una misión  que no puede contar a nadie. Es una misión muy complicada, compleja y terrible. Entonces, lo que ocurre con esta persona que tiene un entorno familiar estable y asentado es que conforme él va cumpliendo las etapas de su misión se va degradando tanto en su aspecto personal como en el moral. Es una especie de disfunción entre lo que es el cumplimiento de su misión y la degradación moral del personaje que va cayendo poco a poco.

Jose Ignacio

¿Podemos encontrar algo tuyo dentro de Juan Yanguas?

Todos los personajes llevan algo de ti. En este caso no solo es Juan Yanguas, también son todos los demás. Además, en otros personajes hay algunos guiños a personas, lugares y fechas. Las personas que se sienten identificadas los pillan al vuelo. Por ejemplo, el personaje que cuida a los hijos de Juan Yanguas es un guiño claro a la abuela de mi mujer. Yo no llegué a conocerla, pero quería hacer el guiño a ese tipo de mujeres aunque luego, lo que he construido alrededor de ella no tiene nada que ver.

 

A través de tus palabras nos trasladas a Cuba, a su ambiente, sus costumbres, su gente e incluso si has estado ahí puedes percibir esos olores y sabores del país.

Traté de hacerlo lo más logrado posible. Mi novela es muy visual y al contener tantas descripciones muy exhaustivas las personas pueden hacer una inmersión 360º en la época de Cuba. En esa inmersión no te metes como un turista que se hace una foto. Te metes como una persona más de ahí en donde te manchas las botas de barro en la Batalla de las Lomas de San Juan, eres testigo de los bailes en la Plaza de Marte con los cubanos o en el Palacio del Gobernador.

Para hacer eso me tuve que documentar muy exhaustivamente. La bibliografía que hay al final del libro contempla todo ello a través de autores cubanos, autores de la época, actuales… Por ejemplo, quería saber qué comían en los restaurantes unos personajes de la élite de París, pero, también, quería saber lo que comía la gente de la calle que era más humilde. Quise conocer la forma de vestir, lo que se bailaba, los lugares que se frecuentaban, la forma de las calles… y todo eso está recogido de forma literal. Podemos decir que es como una foto para poder hacer esa inmersión.

 

La empatía cobra mucho sentido en el libro gracias al protagonista

Del lector al protagonista hay dos líneas. Por un lado, el lector va a acompañar al protagonista en una línea temporal y va a vivir sus altibajos porque, al final, el protagonista no es plano y tiene una evolución. Por otro, va a evolucionar con él. Esa empatía que comentas en el desplazamiento del lector con el protagonista no es solo lineal hacia delante sino lateralizado. Es decir, cuando tú estás leyendo y avanzando te vas a sentir más cerca de él en algunos casos y en otros te vas a separar. Siempre he buscado ese movimiento entre el lector y el protagonista y creo que ha quedado bien.

¿Tienes pensado escribir otra novela?

Yo necesito otra pandemia. En su momento tenía muy claro lo que quería escribir y fue muy rápido. Escribirla fue algo interesante porque me pegaba todas las tardes, los sábados y domingos. No me desagradaría escribir más. Está claro que no sería a esa velocidad, pero me encantaría poder hacer novelas que a la gente le llegue y le guste.

Lo que sí es cierto es que estoy percibiendo que a la gente le gusta y para mí eso es la mayor ilusión