Esta es la radiografía que la CEOE ha elaborado del emprendimiento en España
En el mes de julio la CEOE presentó el primer estudio sobre “El Emprendimiento en España”, que incluía una perspectiva detallada de dos segmentos de interés: jóvenes y mujeres. Analizar el estado de la actividad emprendedora en el país era el objetivo. ¿La primera buena impresión? Que el emprendimiento goza de una imagen muy favorable en la opinión pública: casi el 60% cree que la sociedad española tiene una visión positiva sobre el emprendimiento.
Además socialmente también se reconocen valores como la ilusión, la valentía, el idealismo, la mentalidad analítica o el carácter resolutivo a la figura del empresario emprendedor.
Eso sí, España no es vista como referente internacional para iniciar un negocio por cuenta propia. Los datos aportados por los encuestados responsabilizan de esto a las instituciones, de las que esperaría un mayor apoyo. De los países que mejor ejemplifican la cultura emprendedora Estados Unidos es la respuesta claramente mayoritaria.
Pero volvamos al primer párrafo, y a los segmentos de interés antes mencionados, es decir, los jóvenes y las mujeres.
A la pregunta de “si pudiera volver a los inicios de su trayectoria profesional, ¿volvería a emprender?” la respuesta de los empresarios recientes es que sí en un 89% mientras que el 67% de ellas contestaron afirmativamente.
Las preguntas a los participantes incluían cuánto se identificaban con los rasgos personales considerados necesarios para tener éxito emprendiendo. Estos rasgos son: persistencia, orientación al logro, confianza en sí mismo, pensamiento innovador y/o creativo, consciencia o responsabilidad social y tolerancia al riesgo. Si entre los jóvenes destaca la responsabilidad social y la tolerancia al riesgo como rasgo característico, entre las mujeres empresarias, la orientación al logro y el pensamiento innovador es lo más destacable.
Asimismo, atendiendo a las principales barreras para emprender (impuestos, financiación, trámites burocráticos, riesgo de fracaso, inversión inicial, competencia, inseguridad jurídica, información/formación), para los jóvenes las principales barreras son las relacionadas con el capital (acceso a la financiación e inversión inicial) mientras que para las mujeres emprendedoras afrontar la carga impositiva es un punto negativo que está por encima de la financiación.
Con respecto al apoyo al emprendimiento, casi la mitad (48%) de los españoles tiene una perspectiva negativa del apoyo que se otorga al emprendimiento. Entre las mujeres emprendedoras se percibe una mayor falta de apoyo (49%) que en los jóvenes (36%).
Dejando por un momento de lado el foco que estamos poniendo en jóvenes y mujeres, el perfil del emprendedor medio en España es el siguiente: es un hombre de 48 años, que desarrolla una actividad empresarial vinculada con su familia: 27%, ha emprendido en más de una ocasión (39%) y crea una empresa de menos de 10 empleados (en el 75% de las ocasiones). El sector mayoritario es la hostelería o el comercio (11% y 10%, respectivamente) y como motivación principal de emprender están la autonomía (17%), la vocación (15%) y ser su propio jefe (13%) mientras que las principales barreras las encuentran en los impuestos (85%), la financiación (77%) y los trámites burocráticos (77%).