España tiene una estrategia como Nación Emprendedora

España tiene una estrategia como Nación Emprendedora

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Fraternidad-Muprespa

Cuando están a punto de cumplirse dos años de la Estrategia España Nación Emprendedora,  desde este renovado portal del Emprendedor de Fraternidad-Muprespa hacemos un repaso a aquellas ideas por las que transitaba su documento fundacional con el objetivo de que lo que motivó el nacimiento de esta estrategia permanezca instalado en la memoria social y colectiva.

La Estrategia España Nación Emprendedora se considera pieza clave para la transformación de España y se articula para que en 2030 el emprendimiento innovador actúe como rompehielos de un nuevo modelo de país y para un cambio en las bases productivas, que pasan por la mejora de la educación, el desarrollo de los efectos del I+D+i y, por último, la consolidación del emprendimiento innovador.

Si partimos de la premisa de que los países innovadores disfrutan de una economía más fuerte y resisten mejor las crisis, permitiendo conservar la calidad de vida y el estado del bienestar de sus habitantes, parece evidente que nadie querría quedarse rezagado, tampoco España, muy afectada por la crisis económica de 2008 y más recientemente sacudida por el covid, que ha evidenciado la necesidad de ser más resilientes.

Para consolidar el camino hacia un óptimo emprendimiento innovador se definen cuatro metas que hay que lograr: 

  • La inversión: es necesario su incremento para ir en paralelo con el crecimiento de las empresas.
  • El talento: lograr retenerlo es la verdadera competición internacional del siglo XXI.
  • La escalabilidad: muchas empresas entienden que el éxito es vender la organización en fases tempranas, pero es necesario que ambicionen escalar y hacerse grandes.
  • El sector público emprendedor: convertir a la administración pública en ágil, impulsora de proyectos de modo que ejerza como la mano visible que empuja la palanca de la innovación.

Asimismo estas cuatro metas deben asentarse fehacientemente sobre los sectores que tienen mayor capacidad para dar respuesta a retos globales y que generen oportunidades de negocio en nuevos mercados. Se trata de la industria, el turismo y la cultura, la movilidad, la salud, el sector de la construcción y los materiales, la energía y transición ecológica, banca y finanzas, sector digital y de las telecomunicaciones, la agroalimentación y la biotecnología.

Francisco Polo, Alto Comisionado para la Estrategia España Nación Emprendedora se ha mostrado muy optimista recientemente acerca de varios hechos que suponen un importante impulso en el camino a esa resiliencia, por ejemplo, la aprobación definitiva de la conocida como Ley de Startups, Ley 28/2022, de 21 de diciembre de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, que entró en vigor el 23 de diciembre tras año y medio de tramitación.

Polo aseguraba en la web Computerworld.com que "2021 fue un año con una inversión en startups récord de 4.200 millones de euros, cuatro veces más que en años anteriores y en 2022, se han superado los 3.200 millones de euros de inversión, cifra que casi triplica a las de 2019 y 2020”.

Otro aspecto importante que destacaba el propio Polo es que está en marcha un programa internacional de atracción del talento de las mujeres en el que van a participar más de 830 emprendedoras de toda Europa de aquí a finales 2023.

Según la OCDE, entre el 4 y el 6% de las empresas de alto crecimiento producen entre la mitad y las tres cuartas partes del empleo neto en las naciones avanzadas, algo que serviría como vehículo para hacer descender las cifras del elevadísimo paro juvenil, que en el tercer trimestre se situó en el 31%, muy por encima del 12,6% de tasa de paro general. 

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