banner_emprendedor_en_modo_ONG

Emprender en modo ONG. Solo no puedes, con amigos, sí

Artículo
Autor
Fraternidad-Muprespa

Para los que hemos superado la cuarentena este lema no suena nada raro. Era un mantra repetido constantemente en el programa de TVE (sí, la única que había entonces) La Bola de Cristal. Y no es mal consejo para la vida en general, tampoco para quien emprende, sobre todo, para quien quiere hacerlo en un marco solidario y cooperativo.

El término emprendimiento asociativo o cooperativo se refiere a esa forma de sumar desarrollo social e ideas económicas, es decir, como no todo es dinero (subsistencia) le incorporamos a esta variante del emprendimiento una pizca de solidaridad.ejemplo empresa asociativa

Este tipo de movimiento es muy típico de sociedades rurales, eminentemente agrícolas y ganaderas. Un vistazo por internet nos traslada a comunidades con gran presencia femenina, históricamente más proclives al asociacionismo. Nos vienen así a la mente grupos sociales que suman sus esfuerzos para trabajar bajo la cobertura que ofrece el sistema cooperativo, por ejemplo en ciertos países de duras condiciones de vida en América Latina. Pero no hay que irse al otro lado del charco pues estas iniciativas también han llegado a la España vaciada y dispersa, por ejemplo con modelos productivos instalados en la cornisa cantábrica, zona de baja densidad de población y gran dispersión geográfica.

Por eso el emprendimiento asociativo aporta soluciones a problemas locales de modo que se deja parcialmente de lado la dependencia social del Estado, sin perder nunca de vista que el emprendimiento debe tener una connotación profesional, de autonomía económica y de innovación.

Y es que el auge del emprendimiento asociativo y social es un hecho. Si tradicionalmente esta cobertura se conseguía a través de ONG hoy la empresa ha llegado a la conclusión de que la sociedad valora positivamente aquellos productos y servicios que incluyen en su ADN la vocación de mejorar la sociedad y el planeta. Se trata de algo así como una ONG rentable.

España es un país en el que estas fórmulas suelen tener encaje ya que suele volcarse con medidas encaminadas a hacer mejor la sociedad, como evidencia el alto número de voluntarios que ahora tienen además de buenas intenciones, un nicho empresarial al que dedicar su impulso humanitario.