Día Mundial del Emprendimiento

Día Mundial del Emprendimiento

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Fraternidad-Muprespa

Cada 16 de abril los emprendedores son visibilizados y discretamente homenajeados en el ‘día mundial del emprendimiento’, denominación axiomática sobre la trascendencia que esta actividad ejerce en la economía de cada país, por medio de personas tan audaces como desconocidas que invierten tiempo y dinero en proyectos de negocios con voluntad de permanencia. Muchos fracasan, pero los más entusiastas lo vuelven a intentar una y otra vez hasta dar con la fórmula del éxito porque la actividad emprendedora es fundamentalmente empírica y sus protagonistas, cuando no obtienen el resultado esperado, ven en este fracaso una forma de valiosa enseñanza que aplicarán en el siguiente intento.

El observatorio del emprendimiento GEM España, año tras año, señala en sus informes el “miedo al fracaso” como un obstáculo para poner en marcha una idea de negocio. Lógicamente, este freno psicológico es mayor entre los no emprendedores (61%) que entre los que emprenden (43%). En el primer año de la pandemia este porcentaje subió hasta el 66% y 51% respectivamente, un período de incertidumbre en el que algunos supieron encontrar la oportunidad, adaptándose a lo que necesitaba el mercado.

Es precisamente la incertidumbre lo que caracteriza al emprendimiento. Richard Cantillon, economista, empresario y banquero irlandés de principios del siglo XVIII, considerado el primer teórico del emprendimiento, fue quién usó por primera vez el término ‘entrepreneur’ para referirse a la “persona que paga un precio cierto por un producto para revenderlo a un precio incierto, admitiendo el riesgo en ese emprendimiento”. Esta actividad lleva implícito el riesgo o incertidumbre en la obtención de un beneficio económico, que no está garantizado en la transacción de venta de un producto a un precio más elevado del que se compró.

El factor innovación aumentará las expectativas de éxito de cualquier proyecto y minimizará aquel riesgo. Esta era la idea del economista del siglo XX, Joseph A. Schumpeter, que consideraba la innovación como el objetivo de todo emprendimiento ambicioso en la senda hacia el éxito, facilitando el desarrollo empresarial y el crecimiento económico a largo plazo. Todo ello aderezado con altas dosis de esfuerzo.

Fracasos que preceden al éxito, incertidumbre, riesgo, innovación y esfuerzo forman parte del ecosistema emprendedor, iniciativas que imprimen valor a la economía global y que, en muchos casos, evolucionarán hasta formar empresas rentables generadoras de empleo porque, como ya hemos comentado en otras ocasiones, todos los empresarios comienzan siendo emprendedores, pero no todos los emprendedores acaban siendo empresarios. Gracias por intentarlo.