
Cuando España se apagó: impacto y consecuencias en la actividad empresarial
Se apagaron los ordenadores sin poder guardar documentos, las luces de emergencia saltaron, los móviles dejaron de recibir notificaciones… el 28 de abril de 2025 pasará a formar parte de esos días en los que todos nos acordamos qué estábamos haciendo en el momento en que se produjo el apagón eléctrico más grave de la historia de nuestro país.
El corte, que comenzó a las 12:33, se debió a una pérdida súbita de 15 gigavatios en apenas cinco segundos, dejando sin suministro a toda la Península Ibérica. Las posibles causas aún se investigan, pero el impacto a nivel empresarial e industrial por detener la producción, cerrar locales, suspender citas y aplazar entregas ya se van conociendo.
Según estimaciones preliminares de la CEOE, el coste podría ascender a casi 1.600 millones de euros, considerando tanto la interrupción de la actividad industrial como la de los servicios.
El sector más afectado ha sido este último, que representa cerca del 70% del PIB, donde muchos comercios tuvieron que cerrar temporalmente, sufriendo pérdidas de ventas y de productos perecederos.
La Industria, que representa alrededor del 16% del PIB, también ha sufrido un fuerte impacto: fábricas de automoción, petroquímica y refinerías detuvieron su producción, generando retrasos y daños millonarios. El transporte fue otro sector muy golpeado, con un colapso ferroviario y restricciones aéreas que afectaron la movilidad de personas y mercancías. Según la CEOE, algunas infraestructuras industriales necesitarán inversiones "milmillonarias" para recuperarse, especialmente aquellas con equipamiento eléctrico que ha quedado inservible tras la interrupción.
Los autónomos y las microempresas, que suelen carecer de infraestructuras de respaldo como generadores o servidores alternativos, fueron los más expuestos. ATA cifra en torno a 1.300 millones de euros las pérdidas de los autónomos tras el apagón, con especial impacto en hostelería y comercio.
Y ahora, ¿a quién reclamo?
Según la patronal CEOE, se está estudiando cómo deben proceder las empresas para reclamar una compensación por los daños ocasionados. En principio creen que deberían encargarse el consorcio de compensación de seguros aunque todo dependerá de lo que revele la investigación del origen del apagón.
El presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha afirmado que los autónomos tienen complicado reclamar por los daños y perjuicios causados por el apagón hasta que no aclaren las causas ni se determine la responsabilidad del mismo.
De todo se aprende, y ante este tipo de sucesos se deben tomar medidas y crear protocolos y planes de contingencia energética y digital en cualquier empresa. La importancia de la planificación y resiliencia son fundamentales para enfrentarse a futuros escenarios.
Fuentes: rtve.es, lainformación.com, theobjective, elmundo.es