coronavirus_digitalización_industria

CORONAVIRUS Y DIGITALIZACIÓN

Fraternidad-Muprespa
Autor
Jesús Pedroso

Cambia antes de que tengas que hacerlo
Jack Welch


  Sin ánimo de valernos de ningún tipo de oportunismo, por la presente pandemia coyuntural, conviene recordar ahora que durante el último lustro nos han bombardeado con términos como digitalización o transformación digital, inteligencia artificial, innovación, robótica, industria 4.0, Cuarta Revolución Industrial, cambio de paradigma, impresión 3D, realidad virtual y aumentada, fabricación aditiva, nanotecnología, big data, internet de las cosas, responsabilidad social corporativa, prevención, sostenibilidad, globalización, Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) e incluso en España contamos con una Vicepresidencia de Transformación Digital y otra para la Agenda 2030.

También hemos de destacar que el Consejo de la Unión Europea se propuso el reto de «Impulsar la competitividad digital y económica en toda la Unión y la cohesión digital», propósito que los países miembros han hecho suyo con mayor o menor éxito.digitalización_mundial

Con tal profusión de información, las perspectivas se nos presentaban muy optimistas; sin embargo, hoy en los hospitales… mascarillas, guantes, gafas, batas y EPIs en general, no hay; respiradores artificiales, no hay; test rápidos para detectar el coronavirus, no hay y, por tanto, no se practican en masa a la población de riesgo; test de PCR, usados desde los años 80 (siglas en inglés de “reacción en cadena de la polimerasa”), no hay; camas hospitalarias, no hay. Y si esto no fuera suficiente, el Ministerio de Industria valora un sistema de reutilización de EPIs usados; médicos de Toledo recogen máscaras de buceo de Decathlon para conectar enfermos con respiradores (innovación casera); las farmacias sufren un desabastecimiento de algunos de los productos referidos (mascarillas, guantes, hidrogel), muchas pymes y algunas grandes empresas, junto con los organismos oficiales, han sido pilladas por el toro del trabajo a distancia, mostrando sus carencias digitales, con el consiguiente caos y el ODS nº 3 Salud y Bienestar ha saltado por los aires, al menos provisionalmente, ya que el Gobierno de España se propuso garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario.

Nos encontrábamos tan convencidos de vivir en una era digital tan avanzada, en la que todo se diseña, se fabrica y se transporta más rápido, en más cantidad y con más calidad que, aunque comprendemos y aceptamos los nefastos efectos de la pandemia sobre la salud pública, no logramos hallar una explicación al déficit de bienes y servicios tan imprescindibles en estos momentos para combatir al Covid-19.

aunque comprendemos y aceptamos los nefastos efectos de la pandemia sobre la salud pública, no logramos hallar una explicación al déficit de bienes y servicios tan imprescindibles en estos momentos para combatir al Covid-19

La digitalización de la logística y el transporte, con mercancías geolocalizadas en todo momento, es otro aspecto que se crítica, aunque podría parecer injusto, pues hemos leído que Alemania acaba de perder 6 millones de mascarillas FFP2 en África que había adquirido a un proveedor chino, pero se sospecha que podría deberse a que se han desviado a un mejor postor en el último momento. Así estamos.

Y si a todo lo anterior añadimos que los países miembros de la UE, tan preocupada por la digitalización de la industria y el comercio, cuentan con legislaciones diferentes en el marco de las exportaciones de estos bienes, se observa una alarmante falta de solidaridad entre ellos. Valga como ejemplo que ningún país europeo mostró en un primer momento una capacidad de respuesta aceptable a la petición de auxilio de Italia -y de España después- para abastecer de material sanitario al país transalpino, que tuvo que dirigirse a China y Cuba para importar el material más urgente. ¿Acaso España e Italia no cuentan con infraestructuras suficientes para fabricar productos tan básicos? Probablemente no, por la lenta evolución digital de su sector industrial.

pandemia_coronavirus_covid19

Por tanto, dejemos de empezar a construir la casa por el tejado prometiendo, mediante directivas, leyes y decretos, paraísos digitalizados con un elevado nivel de vida gracias a las máquinas, sin asentar antes los cimientos de nuestro futuro desarrollo en una verdadera digitalización de base y en procesos avanzados de automatización de pymes y grandes empresas industriales, aumentando así su productividad e internacionalización. Pero, para ello, los gobiernos han de tomarse en serio su papel en este proceso de mejora tecnológica, fomentando eficazmente la financiación de proyectos emprendedores e innovadores y la cultura empresarial.