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Cómo funcionan las rondas de financiación para empresas

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Fraternidad-Muprespa

Es un término ya muy implantado y su significado no deja lugar a dudas, pero para quien quiera saber un poco más acerca de la financiación en el ámbito emprendedor, es vital hablar de las rondas de financiación, ese germen de solvencia o crecimiento que lleva a empresas jóvenes, emergentes y con futuro, al siguiente escalón. 

La ronda de financiación es un proceso por el cual una empresa obtiene capital para seguir avanzando en proyectos y desarrollos  gracias a aportaciones de inversores, que pueden, en muchos casos, obtener  a cambio una participación en la empresa. 

Esas rondas son las que permiten el verdadero crecimiento de las Start Apps. De hecho, algunas de las españolas que más financiación han conseguido desde su nacimiento son de sobra conocidas por los consumidores. Hablamos de nombres tan relevantes como Cabify, Glovo, Idealista o Job and Talent. 

El ciclo no para y en él intervienen varias partes. Ya sabemos que la empresa que emprende es la que busca la financiación. La va a encontrar en una empresa de ‘venture capital’ es decir, de capital de riesgo, una entidad que presta fondos a la emergente y que lo hace a través de acciones, una forma de financiación frecuente para quien aún no cotiza en bolsa. Los fondos pueden no ser propios de la entidad, sino de inversores con quien ha contactado. 

La etapa de búsqueda y contacto dura entre seis meses y un año y cuando la entidad de capital riesgo ha encontrado a sus inversores, es la hora de buscar a donde dirigirse. En la fase de compromiso de inversión se decide dónde y cuánto, es decir, en qué empresas va a invertir y qué cantidad se va a aportar, teniendo en cuenta que rara vez las rentabilidades de la futura participada son positivas.

Cuando llega la fase de gestión de las inversiones ya se ha invertido la totalidad de los fondos que se habían destinado para ello. Es ahora, normalmente, cuando la inversión empieza a dar sus frutos, es decir, a dar beneficios. El círculo se cierra con una liquidación de fondos.

No todas las rondas de financiación son iguales, y en función de la fase evolutiva en la que esté el negocio se habla de unas u otras. Básicamente, lo que diferencia estas fases es la cantidad de dinero aportado. 

La primera de todas se denomina ronda semilla. Aquí estamos hablando de cuando el dinero lo pone el mismo emprendedor, su familia o sus amigos. Se cubre así el proceso inicial, pero ya se ha conseguido un importante avance: convertir la idea en negocio.

Las de serie A son aquellas que consiguen reunir más dinero que en una ronda semilla, dinero con el cual se hace más atractiva la empresa emergente para los inversores. Vamos, la materialización de la típica expresión en español “dinero llama a dinero”. 

La serie B se realiza cuando la empresa ya empieza a ser rentable y el siguiente objetivo es aumentar el valor de la empresa, escalar su modelo de negocio y expandirse. Claramente, el capital necesario es mayor que en una serie A.

Y por último la serie C es la que se destina a empresas consolidadas que tienen la vista puesta en desarrollar nuevos productos, adquisiciones o salir a bolsa, motivo por el cual, la cantidad de dinero es mucho mayor que en las series A y B.