Banner Cerebal Valley

Cerebral Valley existe, está en San Francisco y es el epicentro mundial de la IA

Artículo
Autor
Fraternidad-Muprespa

Si vas a San Francisco, asegúrate de que llevas flores en tu pelo. Eso es lo que decía la canción de Scott McKenzie, y yo añado: “no te dejes ni uno solo de tus gadgets ni tu plan de negocio. Si tu carrera emprendedora puede empezar, es allí”.

Entre 2020 y 2022, por la influencia del covid, el cambio de hábitos y el big quit, parecía que San Francisco perdía fuelle. Pero 2023 ha demostrado que la ciudad californiana retoma con fuerza su posición de capital mundial del emprendimiento. ¿Es esto obra solo de la gente? ¿quizá de hippies del siglo XXI que se consideran ciudadanos del mundo y viven hoy aquí y mañana allí?

La respuesta es mucho menos poética y los expertos atribuyen este regreso a una nueva tendencia nacida, cómo no, al amparo de Silicon Valley y que se ha bautizado como Cerebral Valey. Es así como se ha rebautizado al área de Hayes Valley, en la que los eventos de networking o los hackatons son el pan nuestro de cada día.

Detrás de este movimiento que mezcla lo social, con lo laboral, es decir, que se convierte en una clara forma de vida, hay una poderosísima arma de presente: la inteligencia artificial. Los emprendedores ya no quieren solo crear apps, ahora buscan dotar a cualquier proceso, desde el diseño de moda hasta el asesoramiento legal, de ese aprendizaje proveniente de miles de miles de miles de miles de millones de fuentes.

San Francisco pone de nuevo su maquinaria pasada, presente y futura al servicio de la tecnología más disruptiva pero también se deja querer por el código abierto. Esta es la tecnología que se usa mayoritariamente para la IA. La explosión de iniciativas empresariales en este campo facilita compartir,  y por tanto se promueve el sentimiento de comunidad.

Quienes forman parte de esta nueva ola aplican incluso términos que rozan lo novelesco a sus lugares de encuentro. Si los hackers son vistos en ocasiones como piratas buenos del siglo XXI que permiten que la casi toda la humanidad acceda a la tecnología que unos pocos querían mantener como propia para sí mismos, no es de extrañar que los centros de reunión de los miembros de esta new age se hagan llamar hacker houses (las casas de los piratas informáticos).

Se trata, sin duda, de la versión actualizada de esas míticas casas de Palo Alto donde nacieron algunos gigantes tecnológicos, como Facebook, y dieron paso a las aceleradores o incubadoras de start apps.  
Obviamente no solo de bohemia y rimas viven los nuevos emprendedores digitales. Todos buscan trascender gracias a las rondas de financiación (de las que ya hemos hablado en este portal). Y como la cosa está tan animada, no faltan empresas que las apoyen.

Vamos a ver algunas cifras:

  • Googlear Cerebral Valley arroja más de 13 millones de resultados. Seguro que pronto son más del doble. 
  • Según The New York Times y la consultora especializada PitchBook, en los primeros tres meses de 2023 se destinaron 10.700 millones de dólares a financiar start-ups vinculadas a la IA, trece veces más de lo invertido en el mismo periodo de 2022.
  • Microsoft está invirtiendo diez mil millones de dólares, lo pongo también en números para que nadie se lleve a engaño, 10.000.000.000, en open AI o Inteligencia Artificial de código abierto. 

Queda por ver si este último punto, la fuerte apuesta económica de Microsoft, puede alterar el paradigma actual, el del absolutismo ejercido por Google, cuyo motor de búsqueda acapara más del 90% del mercado. Algo antes entendido como un “estoy haciendo un trabajo mejor que la competencia” se ha puesto ahora en tela de juicio, nunca mejor dicho, ya que el tema está en los tribunales y se juzgará a la entidad por presunto abuso de posición dominante.

Si el potencial de la IA crece, la forma en que actúan los motores de búsqueda puede cambiar repentina y bruscamente, por tanto Google necesita a la IA para mantenerse por encima de los demás, algo que, próximamente, veremos si sucede. Y dónde sucede.