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Consejos para el consumo responsable

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Fraternidad-Muprespa

El consumo responsable tiene que ver con la idea de ser conscientes de que los recursos naturales se agotan, y que nuestras decisiones en el consumo tienen una implicación directa, consecuencias ambientales, sociales y económicas. Si tomamos buenas decisiones a la hora de comprar, estaremos fomentado este tipo de consumo respetuoso y sostenible, seremos ejemplo de las nuevas generaciones, seremos parte del cambio.

También consiste en prestar atención cuando compramos, ver si seguimos la regla de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), por ejemplo, o si elegimos una marca no solo por su precio y calidad, sino también por la sostenibilidad o condiciones de trabajo cuando se elabora el producto.

A través de los siguientes consejos te animamos a frenar la espiral en la que se ha convertido la sociedad, de usar y tirar, y formar parte de un modelo de consumo sostenible, que apuesta por el bienestar de nuestra generación y de las futuras.

Consejos para el consumo responsable

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Reduce el consumo

Comprar más de lo que necesitamos, tanto en alimentos como en ropa u otros productos, suele ser muy habitual. Tenemos el armario lleno de ropa que nos ponemos poco o incluso nada, y seguimos comprando ropa nueva cada año.

Llenamos el carro de alimentos, o cosas que apenas vamos a utilizar, y es que los estímulos publicitarios nos incitan a comparar, generan en nosotros nuevas necesidades.

Podemos controlar las compras estableciendo un presupuesto y ceñirnos a él. Llevar un control de los gastos y reflexionar sobre lo que si necesitamos y lo que no. Hacer un inventario de lo que tenemos en casa, y ver todo aquello que no usamos, también nos vendrá bien para poner más atención en que no necesitamos la mayoría de las cosas que tenemos, todo esto se puede vender o donar, alargando su vida en manos de otra persona.

Reutiliza

Podemos ser creativos y darle un uso diferente a productos que queremos tirar. Por ejemplo, las botellas de plástico se pueden convertir en macetas verticales, los tarros de vidrio de las mermeladas se pueden emplear para guardar otros productos de comida, los cepillos de dientes se pueden reutilizar como utensilios de limpieza para la casa, o hacer compost con los restos de los alimentos.

Repara

Nos hemos acostumbrado a tirar las zapatillas cuando se deteriora la suela. Pero antes de tirarlos se puede valorar la opción de repararlos, te sorprenderías la del tiempo que te pueden durar si probamos antes esta opción. También podemos convertir un mueble antiguo en uno moderno, pintándolo o restaurándolo, o tapizar una silla vieja para darle un aire nuevo por ejemplo.

Recicla

Cuando llegamos al punto en el que no se puede reutilizar ni reparar entonces reciclamos. No obstante hay que evitar comprar productos de un solo uso para apoyar también la reducción de residuos.

Podemos usar bolsas de tela en lugar de las de plástico para la compra. Comprar los productos a granel, no usar bolsas de plástico para cada verdura que compremos, o rellenar el agua.

Compra productos de temporada

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Hasta no hace muchos años nuestros abuelos comían siempre productos de temporada, en otoño se comían granadas, en invierno mandarinas, en primavera fresas y en verano sandía y melón. Ahora tenemos también melón por navidad, en un principio puede parecer maravilloso comer lo que queramos en cualquier temporada del año, pero ¿a qué coste?

Apostar por el consumo de productos de temporada hace que se fomente el consumo de proximidad favoreciendo la economía local, apoyamos a la sostenibilidad de la tierra, y además tomamos productos recogidos en su punto óptimo de recogida.

Apoya a las marcas sostenibles y responsables

Dentro de tus compras apuesta por las marcas que cuiden del medio ambiente y sean éticos con sus trabajadores. Apoyar modelos de negocio respetuosos fomentará el crecimiento de este tipo de empresas y se impulsará aún más un tipo de comercio que cuide del planeta y de todos nosotros.

Los que apuestan por el consumo respetuoso

Aquellos que utilizan la regla de las tres erres, reducir, reutilizar y reciclar.

Las personas que compran productos de temporada, y las cooperativas que producen de forma ecológica.

Las empresas que fomentan el teletrabajo, el transporte libre de emisiones, y aquellas que apoyan la construcción de edificios sostenibles.

Los que invierten en el desarrollo rural y la agricultura bio-inclusiva.

Las tiendas con sellos de Comercio Justo.

Las personas y ayuntamientos que fomentan los huertos urbanos, la micromovilidad y la movilidad compartida (bicicletas, patinetes o motos eléctricas).

Y en definitiva todas aquellas personas que apuestan cada día un poco más por la autosuficiencia y por las tendencias sostenibles.

En nuestro artículo “Ciudades sostenibles y sus oportunidades de negocio” puedes encontrar más información sobre este punto.

https://www.sumutua.com/es/actualidad/ciudades-sostenibles-y-sus-oportunidades-de-negocio

Preguntas que puedes hacerte antes de comprar un producto

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Nos mueve más el impulso, el capricho, el por si acaso, y no nos damos cuenta de que acumulamos y tenemos más de lo que necesitamos.

Llegan las rebajas y nos incitan a estar puntuales el primer día de rebajas, no sea que se acabe todo pronto, el consumismo se apodera de nosotros.  Aunque no necesitemos nada, ¡cómo vamos a perder la oportunidad de comprar barato!, compramos arrastrados por el marketing, y no nos damos cuenta de que la mayoría de las veces incluso la rebaja es mínima.

Antes de comprar te animamos a que te hagas las siguientes preguntas:

¿Lo necesito? Esta pregunta es fundamental, necesitarlo de verdad, si ya tenemos tres abrigos quizá el cuarto no sea realmente una necesidad, por mucho que el color te vaya mejor con el traje que te han regalado.

Otra pregunta que puedes hacerte es ¿puedo compartirlo? Hay muchas cosas que quizá necesitemos pero sean de poco uso, por ejemplo una cortadora de césped, la pala de nieve, una escalera de techo, un vestido o traje de boda, etc. Este tipo de productos puedes compartirlo entre los tuyos, familia o amigos, o incluso entre vecinos.

Otras veces nos guiamos por el precio, queremos comprar barato para gastar menos, pero ¿Cuánto te va a durar? A veces lo barato sale caro, es mucho mejor gastar un poco más pero alargar la vida del producto.

Preguntas como ¿Quién lo ha hecho? ¿Cómo está hecho? y ¿Por dónde ha llegado? También nos revelan información para decidir si comprarlo o no. Si la marca y las empresas que hay detrás de todo el proceso son sostenibles y responsables.

Otra gran pregunta sería si puede reciclarse. Y si no se puede reciclar preguntarnos antes por otras opciones que podemos encontrar.

Y la última pregunta que debes hacerte una y otra vez ¿Pero seguro que lo necesito?

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