'HIERRO': Un ejemplo de liderazgo, resiliencia y algo más.

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Autor
Jesús Pedroso

La ficción nos enseña en muchas ocasiones cómo es o cómo debería ser la conducta de aquellos llamados a emprender con éxito una aventura arriesgada, sea empresarial o de otra naturaleza.

La serie de televisión Hierro ofrece algunas pautas sobre cómo proceder en circunstancias extremas y “no morir en el intento”. Consta de dos temporadas con varios casos de investigación interrelacionados y un hilo conductor, reflejado en la extraña conexión entre los dos personajes principales: la jueza de El Hierro y un empresario traficante de drogas de la isla canaria. Ambos protagonistas, “aislados en busca de la verdad” y en inevitable colisión durante esta impredecible trama, no son individuos sofisticados ni excesivamente enigmáticos; lo que prevalece es el factor humano de cada uno de ellos.  

Aunque haya transcurrido un tiempo prudencial desde su emisión, intentaremos no hacer spoiler en los comentarios vertidos.

En Hierro sobresalen muchos atributos personales extrapolables a la realidad. La capacidad para liderar y liderarse a sí mismos, la fuerza para sobreponerse a una desgracia o la determinación en el logro de un propósito son algunas de las cualidades presentes en esta serie.

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LIDERAZGO

Un buen líder se gana el respeto de amigos y enemigos, por su esfuerzo, sentido de la ética y del deber y cumplimiento de las reglas, sean normas legales o aquellas no escritas que rigen ciertas prácticas en el ámbito de acción. Maniobra desprovisto de prejuicios y de influencias externas.
La jueza representa el fiel arquetipo de líder valiente, ajeno a presiones externas. Afronta y supera el temor al rechazo hacia su persona por parte del entorno, a consecuencia de la toma de decisiones impopulares pero justas. No parece metódica en su trabajo, más bien acelerada y caótica, pero con una férrea autodisciplina. Obsesionada con recibir toda la información posible de primera mano, toma riesgos excesivos en el trabajo de campo.   
El líder va delante, detrás o integrado en el grupo, pero siempre va. Modelo ejemplarizante.
El traficante platanero es un líder más asertivo, aparentemente más conciliador e intuitivo. Se lidera a sí mismo, que es lo primero que deben aprender quienes optan a tan alta meta. Y es un emprendedor que encuentra la oportunidad. Su visión va más allá que la del resto: en la árida orografía de la isla de El Hierro, adquiere un terreno porque se da cuenta de que hay un pequeño pino, el único árbol en muchos kilómetros a la redonda, así que deduce que si hay un árbol, en el subsuelo debe de haber agua.  

RESILIENCIA

La capacidad y predisposición para intentar superar todo tipo de adversidades, personales  y laborales está presente en a lo largo de todo el argumento. Cuando se atraviesa un infierno hay que seguir caminando, sin detenerse, como expresó Churchill. No hay cabida para el desfallecimiento.
Los dos personajes principales son resilientes por naturaleza, reaccionan rápidamente ante las eventualidades y hechos imprevistos, tomándose el tiempo justo para la reflexión, evitando caer en estados de pánico. Un hijo con parálisis cerebral, socios violentos, traiciones, animadversión de los habitantes de la isla,… La resignación no está en su manual. Es más útil la ira que la desesperación, porque una mueve y la otra paraliza.

ADAPTACIÓN

Inteligencia y fuerza son factores muy valorados para lograr la supervivencia en un medio hostil, pero la adaptación resulta imprescindible como condición fundamental para sobrevivir, evolucionar y desarrollarse. Los darwinianos han de tener en cuenta que una persona inteligente, por el hecho de serlo, probablemente ya disfrute de las condiciones necesarias para adecuarse a cualquier escenario.
Ambos protagonistas, de una forma u otra, son individuos heteróctonos, se encuentran fuera de su hábitat natural, pero defienden su espacio contra viento y marea. No se doblegan. El instinto de supervivencia les procura alternativas para solventar problemas y enfocar objetivos.
Las resistentes sabinas de la isla, retorcidas por el viento, representan la analogía de la adaptación a condiciones extremas. La flexibilidad es una virtud inherente a las personas con afán de superación. No es lo mismo doblarse que doblegarse.    

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INNOVACIÓN Y DISRUPCIÓN

Si los procedimientos existentes se consideran inadecuados y poco eficaces se implanta un nuevo sistema de trabajo o se modifica para lograr los objetivos perseguidos. Se planifica una estrategia, o se improvisa cuando no existe otra opción.
Jueza y traficante se ven a menudo obligados a establecer nuevas líneas de actuación y a cambiar radicalmente el rumbo de sus vidas y de sus actividades profesionales y/o delictivas.   

RESPETO A LAS TRADICIONES

Los usos y costumbres populares se respetan, siempre que no se antepongan a otros fines superiores u obstaculicen propósitos de mayor relevancia. Hallar sentido a los sentimientos colectivos no siempre se consigue desde un prisma individual. La empatía ayuda.
El refrán “allá donde fueres, haz lo que vieres” no significa comulgar con la mayoría en el fondo; se trata de una cuestión meramente formal. Los antiguos romanos tenían su propio dicho: Cum Romae fueritis, romano vivite more (cuando vayas a Roma, vive como un romano).
La Bajada de la Virgen de los Reyes es la fiesta principal de la isla, que se celebra cada cuatro años, una tradición que incomoda a la titular del juzgado porque considera que dificulta la investigación de un caso y está dispuesta a paralizarla. Ciertas decisiones desacreditan a quienes las toman y manchan su reputación.

DELEGACIÓN Y ASIGNACIÓN DE FUNCIONES

La confianza y los privilegios se ganan por méritos propios, demostrada profesionalidad e implicación en el proyecto común. No se regalan porque sean reclamados de forma contumaz con reivindicaciones infundadas. Se delega en quien se confía y se asigna una misión a aquellos considerados más capaces.
Algunos líderes jamás ceden competencias, mientras otros optan por contentar a todos los miembros de su equipo, independientemente de sus fortalezas o debilidades, delegando a discreción. Dos malos hábitos entre jefecillos grises e inseguros.
La jueza eleva a un puesto de mayor responsabilidad a una de sus investigadoras, reconociendo su valía, en contra de la opinión de su principal ayudante en el caso.

ALIANZAS

Cuando surge la necesidad, no se desprecian los pactos no documentados entre partes antagónicas, que se mueven en planos diferentes, para desactivar a un enemigo común. Lo divergente deriva en convergente por pragmatismo, y con sólidos argumentos que facilitan el giro hacia una complicidad plasmada en una alianza contra natura, que se materializa cuando las partes se encuentran en un callejón sin salida y no hallan otra solución que “pactar con el enemigo”.
Los protagonistas se abocan, no sin cierta desconfianza, a establecer vínculos por el interés de ambos. De esta forma, la trama se desenvuelve subconscientemente en una aparente tendencia hacia el desenlace de la “fábula del escorpión y la rana”, aunque con la duda de quién es quién.

COLABORADORES

El liderazgo ideal requiere de colaboradores leales y eficaces, asistentes que asesoren y aconsejen, incluso haciendo ver que una instrucción podría ser equivocada. Los líderes mediocres suelen rodearse de aduladores limitados, carentes de opinión -acatadores robotizados- y temerosos de la contradicción, que acaban resultado una rémora más que una ayuda.
En las primeras escenas observamos las desavenencias entre la jueza y la letrada de administración de justicia (LAJ), lo que antes era el secretario judicial. La competente colaboradora va orientando poco a poco, pacientemente, a su jefa, hasta ganarse su confianza, sin caer en la tentación del servilismo fácil que evitaría conflictos con la temperamental superiora jerárquica, quien también acepta ceder parte de su cuota de responsabilidad.
Igualmente, el delincuente se gana el respeto y se hace querer por su séquito, entre los que destacan su pareja, incluso cuando pasa a ser su ex mujer, su hija, su empleado fiel, la jefa de la banda criminal, el abogado y algún agente corrupto de la autoridad. Unos vínculos que trascienden la mera relación, familiar, profesional o de amistad.

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Además, Hierro entra en la dinámica de ofertas televisivas tan de moda en otros países, que ya llevan mucho tiempo haciéndolo, como es el efecto colateral de promoción del turismo en una zona determinada.
Los paisajes y lugares de la isla canaria en donde se rodaron las escenas llaman la atención por su belleza. Esta publicidad atraerá más visitantes gracias al éxito de la serie.
En todo proyecto emprendedor no debe subestimarse el uso de herramientas audiovisuales, porque un buen video promocional será el punto de partida para construir la reputación del negocio. La serie y la isla lo han conseguido.


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