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AFILIACIÓN AL SISTEMA DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA. Datos de abril 2020.

Fraternidad-Muprespa
Autor
Jesús Pedroso

El pasado mes de abril cerró con un total de 18.396.362 trabajadores afiliados al sistema de la Seguridad Social computando todos los regímenes. En esta cifra se incluyen los 3,4 millones aproximados de trabajadores afectados por un ERTE por causa de fuerza mayor, ya que siguen cotizando a la TGSS, según establece el art. 24 del Real Decreto-ley 8/2020. Contabilizar como no afiliados a esta masa de trabajadores temporalmente desempleados nos hubiera ofrecido unas cifras más alarmantes de lo que ya son. Además, algunos de estos expedientes se han iniciado únicamente para reducir la jornada laboral.

Recordemos que a 29 de febrero, mes anterior a la declaración del estado de alarma, el número de cotizantes era de 19.279.415, dato que refleja un descenso considerable en un período tan corto de tiempo. Se han producido  883.053 bajas oficiales en el sistema en solo un mes y medio, entre el 14 de marzo y el 30 de abril.

Un colectivo muy afectado por esta coyuntura y que continúa evolucionando negativamente es el de los empleados del hogar, sistema especial integrado en el Régimen General, que ha ido descendiendo desde el pasado verano por debajo de los 400.000 afiliados hasta situarse en los 375.868 del último mes. Quedan muy lejos los cerca de 430.000 afiliados a este sistema en 2015. En el pasado mes de diciembre, el propio Gobierno reconoció el impacto negativo que la subida del SMI podría ejercer sobre un sector tan vulnerable como los empleados domésticos, con el riesgo  de ver crecer la economía sumergida, un término que ha evolucionado en los últimos años de la metáfora al eufemismo, con la tendencia actual a denominarlo empleo informal, concepto auspiciado desde la OIT para evitar, en la medida de lo posible, la estigmatización de millones de personas que en todo el mundo no cuentan con otro medio de vida que los trabajos no regulados por normas.

Otro sistema integrado en el Régimen General, el sistema especial agrario, resiste a los efectos de la pandemia y sube de los 747.504 asalariados de febrero a los 771.525 de abril, un mes en el que habitualmente aumentan las contrataciones por el inicio de las campañas agrícolas de recogida de fruta, pero la tasa interanual muestra síntomas negativos con un descenso cercano a los 17.000 trabajadores, respecto al mes de abril del año anterior.

Por sectores, teniendo en cuenta todos los regímenes, solo capea el temporal el sector agrario, con un ascenso de 24.503 asalariados y autónomos afiliados entre febrero y abril. Descienden, en el mismo período, la industria en 86.700, la construcción en 116.004 y el sector de los servicios en 704.852.

Cuadro de la cifra total de trabajadores afiliados al sistema de la Seguridad Social en los meses de febrero -último mes de normalidad- y abril de 2020

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En la comparativa por CCAA, la crisis sanitaria ha hecho mella en el índice de afiliación de todas ellas, con la excepción de Baleares, que ha subido en el número de cotizantes de 447.918 a 470.386 en el período analizado. Un caso singular, ya que el archipiélago balear se encuentra a la cabeza de las comunidades autónomas en incremento interanual del desempleo en España en el mes de abril. Este indicador nos adelanta momentos muy difíciles para la industria del turismo durante el próximo verano si no hay una rápida reacción de todas las partes implicadas, desde los gobiernos central y autonómico hasta las empresas del sector. Y si añadimos que prácticamente 3 de cada 10 trabajadores de las islas mediterráneas se hallan bajo el paraguas de un ERTE, la situación no puede tornarse más complicada.
El resto de comunidades ha visto con impotencia cómo se desplomaba su ritmo de afiliaciones. En Andalucía, Aragón, Murcia y Extremadura también descienden en el cómputo del período febrero-abril, pero en este último mes los cuatro territorios han recuperado afiliados respecto a marzo, favorecidos por el trabajo agrícola.

Cuadro de afiliados en las 17 Comunidades Autónomas y en las 2 Ciudades Autónomas

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Respecto al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, en febrero había 3.261.729 afiliados, por los 3.205.927 existentes a 30 de abril. Aquí también se da la circunstancia de considerar como cotizantes a los autónomos en situación de Cese de Actividad Extraordinaria a causa del Covid-19, por lo que el descenso en este mes y medio “solo” ha sido de 55.802, a pesar de que la prestación económica del mal llamado “paro de los autónomos” la estén percibiendo más de un millón de estos trabajadores, que no ha sido contabilizado como “baja en el sistema”.
Este colectivo, muy golpeado por el estado de alarma, ha generado las peores consecuencias en el mercado de trabajo, porque el cese de su actividad ha arrastrado inevitablemente a sus propios asalariados. Valga como ejemplo de la influencia de este sector en la economía del país, el dato de que en el pasado mes de febrero había 1.319.467 pymes y autónomos en España, que tenían contratados a aproximadamente 9 millones de asalariados, un peso importante en el mercado de trabajo y la economía.

Ahora, la incertidumbre se centra en prever cuando y cuántos de estos autónomos y trabajadores asalariados superarán la crisis sanitaria y los efectos económico-sociales, recuperando la actividad profesional a niveles anteriores a la misma. Sobrevivir a un período mínimo de dos meses sin ingresos, salvo las prestaciones estatales -aquellos que las perciban-, supondrá un auténtico reto para gran parte de los negocios y pequeños comercios. Desgraciadamente, las previsiones no son optimistas y muchas pymes, autónomos y resto de trabajadores verán mermadas -cuando no, perdidas- sus rentas y retribuciones salariales.

Pero es en momentos como el actual, de crisis severas, cuando surgen las grandes ideas, el emprendimiento innovador y el espíritu de supervivencia de empresas y empresarios, como tablas de salvamento para superar las dificultades, etapa a etapa y día a día.